Ketrín Nacif Goddard
No digo mucho
quiero
chuparte los dedos de la mano izquierda
y que
me mires hacerlo.
El
hastío del recato
me
abre la boca
para que sus alas mustias me traguen.
Quiero
brincar la muralla china
para
desentumir las piernas
regresar
caminando a casa
con
ellas podridas
y que
me las corten
para
poder volar sin remordimiento.
Me
miro en el espejo equivocado
ya
puedo abrir los ojos:
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